Doble vista mar
Despierta con el rumor del mar y deja que el día fluya al ritmo de las olas.
Desde el balcón, la vista se abre sobre las aguas de Cala Ferrera: un escenario que invita al sosiego, al desayuno pausado y a desconectar sin reloj. Dentro, un ambiente diáfano con detalles naturales y texturas suaves prolonga la calma. Al caer la tarde, el sol se despide reflejándose en el mar y tiñe la habitación de tonos dorados: el momento perfecto para brindar y dejarse llevar por la serenidad del entorno.
Comodidades














